sábado, 30 de octubre de 2010

Nota de prensa de Mª Ángeles LLorente.

SI CERRAMOS LAS CENTRALES
NO NECESITAREMOS CEMENTERIOS NUCLEARES
 Publicado en la Red Comarcal

            Por si no fuera suficiente con la central nuclear de Cofrentes, una nueva amenaza radiactiva se cierne sobre el Valle de Ayora y por ende sobre todas las comarcas adyacentes. El Ayuntamiento de Zarra, sin contar con la opinión de sus vecinos, ni de las poblaciones cercanas ha propuesto a su municipio como candidato para albergar el cementerio de residuos radiactivos de alta actividad de todas las centrales nucleares españolas (denominado “Almacén Temporal Centralizado, ATC) y su centro asociado de experimentación nuclear en transmutación.

            La instalación de ese macrocementerio nuclear tendría unas consecuencias totalmente negativas para el medio ambiente, para la economía de la zona y supondría un grave peligro de salud pública. Después de la tragedia de Chernóbil todas las personas razonables comprendieron que la energía nuclear es peligrosísima y que los escasos puestos de trabajo que puede ofrecer no compensan las desgracias que un accidente en su tratamiento y manipulación puede acarrear. Según datos de CCOO publicados en un informe de 2008 la energía nuclear genera menos empleo que cualquiera de las energías renovables. Si a esto le añadimos  que necesita grandes subsidios estatales (que pagamos todos y todas) para poder mantenerse a flote y que España importa el 100% de uranio que se emplea como combustible, llegaremos enseguida a la conclusión de que se trata de una energía que requiere de grandes inversiones para ofrecer poco trabajo. Por eso lo más razonable es que las centrales nucleares se vayan cerrando al tiempo que se potencian otros tipos de energía más limpias y menos peligrosas. Mientras eso sucede lo menos malo según los expertos es almacenar los residuos en cada central, en contenedores en seco, en superficie y de una forma accesible, vigilada y recuperable.
           
            ¿Se han parado a pensar los que defienden la instalación de este cementerio en lo que supone ser “zona radiactiva”, en cómo afectara esto a la despoblación cada vez más grave de esta comarca, en qué implica la “máxima seguridad” asociada al transporte de estos residuos, en cómo afectará al incipiente turismo rural de interior, a las denominaciones de origen y a otros aspectos que están en la base de la economía tradicional del valle de Ayora?

            Algunas personas somos conscientes del abandono que ésta y otras comarcas del interior vienen padeciendo por parte de los sucesivos gobiernos autonómicos. De lo que se trataría es de desarrollar políticas de desarrollo rural que estimulen la economía en la zona, mediante la mejora de infraestructuras y servicios, el desarrollo de industrias agropecuarias, el fomento del turismo rural y otras que contribuyan a frenar el abandono de estas tierras, creando las condiciones laborales necesarias para su desarrollo y prosperidad . Esto es lo que Izquierda Unida ha defendido y seguirá  defendiendo en las Cortes Valencianas con todos los medios a su alcance.

            En cuanto al cementerio nuclear Izquierda Unida (EUPV) seguirá pidiendo al Gobierno de la Generalitat que respete el acuerdo de febrero de 2006 en el que las Cortes Valencianas acordaron no admitir ningún almacen nuclear en el País Valencià.

                                                                       Mª Ángeles Llorente Cortés. Responsable de las Comarcas del interior y miembro de la Ejecutiva de EUPV.